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Parque de los Alpes Apuanos

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La historia del Parco Regionale delle Alpi Apuane comenzó en 1978, cuando una recogida de firmas apoyó una ley de iniciativa popular para salvaguardar el ecosistema y el paisaje de la cadena montañosa del noroeste de la Toscana.

El Parque se creó en enero de 1985, con los objetivos de “mejorar las condiciones de vida de las comunidades locales”, y la “protección de los valores naturales, paisajísticos y medioambientales; la restauración del entorno natural e histórico; la recuperación de los bienes alterados en función de su uso social”. Desde este primer estatuto surgió el punto nodal sobre el que se articularían las cuestiones más controvertidas, las relativas a la “realización de una relación equilibrada entre las actividades económicas y el ecosistema”, o más bien entre las actividades mineras en la zona de Apuo-versiliese, y las necesidades medioambientales. El perímetro del parque comprendía entonces 54.000 hectáreas, una superficie que se redujo a más de la mitad por una nueva ley regional (1997), lo que supuso una relajación efectiva del control ejercido sobre las canteras de mármol.

Desde 2011, el Parque ha sido reconocido como uno de los once Geoparques Mundiales de la UNESCO italianos, un reconocimiento otorgado internacionalmente a los territorios dotados de un patrimonio geológico de particular relevancia en términos de rareza, calidad científica y valor educativo. El Geoparque tiene encomendada la definición de estrategias de desarrollo sostenible que armonicen positivamente las condiciones de sus habitantes y el medio ambiente.

Los Alpes Apuanos son un fascinante complejo orográfico, enteramente dentro del territorio de la Toscana, y dividido entre las provincias de Massa Carrara y Lucca. Su fama deriva ante todo de la riqueza del subsuelo, con sus mármoles, simas, grutas y unas doscientas especies minerales, de las cuales dieciocho fueron descubiertas en esta región.

Pero el territorio del Parque de los Apuanos tiene también un gran valor medioambiental en términos de biodiversidad: la fauna ha aumentado considerablemente en los últimos años, con el bienvenido regreso del lobo y el águila real, mientras que lechuzas, cárabos, herrerillos, pájaros carpinteros y muflones figuran entre las especies más comunes. La rara chova piquirroja, con su pico rojo, ha sido elegida como logotipo del parque.

Entre las especies endémicas, el tritón alpino de Apuán ha saltado a los titulares, gracias al reciente descubrimiento de un lugar de cría del pequeño anfibio en una cantera abandonada. Especie única y en peligro de extinción, el tritón de Apuán vive en aguas limpias y ricas en oxígeno y está encontrando nuevos hábitats en algunas canteras en desuso, convirtiéndose en un símbolo de renacimiento. Los organismos del Parque ya han intervenido para bloquear la reapertura de una cantera que habría puesto en peligro la supervivencia del raro anfibio.

Las particulares características geográficas, climáticas y geológicas de los Alpes Apuanos han dado lugar a una flora particularmente rica y diversa, con especies endémicas, que se encuentran sobre todo a gran altitud, como la atamanta, el aciano de Borla y la silene lanuginosa.

Una visita al Jardín Botánico de los Alpes Apuanos “Pellegrini-Ansaldi”, fundado en 1966, es la mejor manera de conocer la flora de estas montañas: el lugar está situado en Pian della Fioba (900 m) y se puede llegar a él en un trayecto por carretera de unos veinticinco minutos desde la ciudad de Massa.

La visita incluye una ruta de senderismo, a la que sólo se puede acceder mediante visitas guiadas (organizadas cada hora, en los meses de verano), mientras que el centro didáctico está abierto al público e incluye talleres y contenidos multimedia pensados también para los niños.

El Parque Apuano también ofrece grandes posibilidades para los amantes del montañismo y el senderismo: en la provincia de Massa Carrara, los refugios CAI Nello Conti en Campaniletti (1492 m), el Refugio Carrara en Campocecina (1320 m) y el Refugio Città di Massa en Pian della Fioba (900 m) son excelentes bases para excursiones, travesías y escaladas. Para los excursionistas más experimentados, existen también instalaciones más específicas, gestionadas por las secciones del CAI de Massa (Bivacco Aronte, en el puerto de Focolaccia – 1260 m) y Carrara (Bivacco K2 en las laderas del Monte Contrario (1492 m) y Capanna Garnerone (localidad Vacchereccia, 1260 m).

El futuro del parque está ligado a la promoción del turismo sostenible, la educación ambiental y sobre la naturaleza, y el conocimiento de las tradiciones y la cultura de la zona. El reto más difícil sigue siendo el uso sostenible de los georrecursos no renovables, y la iniciativa popular que pide su transformación en parque nacional forma parte de ello.